
Saltando en la cama Silvio se golpea la cabeza, se la agarra, aguanta, después de unos segundos pasa y se recompone.
Silvio: ¡No me dolió!
Mami: ¡Qué bueno, hijito!
Silvio: Es que yo soy muy fuerte y muy valiente, no te olvides que yo soy un súper héroe.
Mami: Claro, hijito, y los súper héroes no lloran.
Silvio: No mami, yo no lloro, C sí llora.
Mami: ¡Pobre C!
Silvio: No tengas pena mami, C es un novelero.
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